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Pedro Ruiz | Opera Soft (Amstrad Sinclair Ocio) | Opera Soft | Opera Soft |
Comunidad de informáticos bienavenidos instalados en un chalé con barandilla de madera, cocina y cocinera, se autodefinen como una empresa comercialmente un poco verde, pero la mejor en lo que a técnica se refiere. Como empresa hay que reconocerles originalidad una originalidad, que casi raya el sibaritismo, y que se traduce en su organización, forma de trabajo y en sus productos. Con ustedes... Opera Soft.
« Hace ya casi tres años desde que, entre caña y caña, Pedro L. Ruiz, Francisco J. Suárez, José A. Morales, Carlos A. Díaz y José R. Fernández, los cinco socios fundadores de Opera, decidieron dejar su puesto en el deépartamento de informática de la compañía Indescomp—hoy Amstrad España— para instalarse como empresa independiente. «Pensamos que podíamos sacar más rendimiento a nuestros productos, éramos más creativos, teníamos más interés en sacar el producto en un plazo determinado, pero no sólo era un interés comercial, sino también profesional.» Los primeros seis meses fueron la prueba de fuego que determinaría el futuro de la compañía; se trasladan a un piso en la plaza de la Opera, de donde toman el nombre, «después de que casi tenemos que hacer un programa para encontrar uno adecuado». Con un equipo de desarrollo y varias terminales que les presta la firma Philips, empiezan a trabajar en algunos juegos y un paquete de programas de desarrollo encargados por la propia Philips, «nos encerramos durante seis meses, nos olvidamos de que hay un mundo fuera y nos pusimos a escribir... Sacamos «Livingstone), «Cosa Nostra», «Last Mission» y el programa «Ease» para Philips, un entorno gráfico con cuatro programas». Desde el principio han definido su línea de trabajo como una labor en común donde todas las ideas tienen cabida; «aquí no hay cerebros, las ideas se discuten y después se lleva a cabo una distribución del trabajo». Como empresa, Opera es una entidad autosuficiente en cuanto a la cobertura de sus funciones, desde el aspecto administrativo hasta la distribución e investigación; sin embargo, resulta difícil delimitar el trabajo de cada uno de sus miembros, «cuando se respira en el ambiente que hay que hacer algo nuevo todo el mundo acude, el que está desocupado y el que no lo está».
A partir de esta especie de reunión «espontánea», y una vez que se ha definido la idea base del nuevo programa, el grafista desarrolla un boceto y posteriormente un mapa sobre el que trabajarán los programadores. Estos realizan una versión original sin ceñirse a ningún modelo concreto de ordenador, adaptable a cualquier máquina. Durante el proceso de programación se lleva a cabo un seguimiento del trabajo, se supervisan los diferentes pasos y se aportan nuevas ideas. Cada programador se hace cargo de un programa, «pero en la elaboración de un producto interviene hasta Teresa, la cocinera». Teresa es «de los históricos de Opera», su misión es elaborar otro tipo de menús, los gastronómicos. —¿Cómo se os ocurrió instalar la cocina? —La cocina ya estaba instalada, sólo decidimos aprovecharla porque estábamos hartos de comer fuera. Teresa se encargaba de la limpieza y aceptó encargarse de la cocina. Ella y M.a Paz, secretaria, son las únicas mujeres de la empresa; «parece que los chicos están más interesados que ias chicas en la informática, no hay programadoras... y si las encuentras, las fichamos». Dos líneas de productos Opera es una empresa joven, la media de edad de sus miembros se aproxima a los 27 años; sin embargo, se encuentra entre las primeras productoras españolas, alcanzando el año pasado una facturación de 100 millones de pesetas, de los cuales el 50 por 100 se debe a la exportación de sus productos. Su producción se bifurca en dos líneas diferenciadas: videojuegos y programas de gestión. Entre los videojuegos creados por la compañía, que distribuye MCM, hay algunos tan conocidos como «Livings-ton supongo», «Cosa Nostra», «La abadía del crimen», «Goody», «Mutan Zone», «Sol Negro» y su última producción, «Gonzálezz», al que seguirá «Ulises». Las previsiones en cuanto a la venta de sus artículos no siempre se cumplen como ellos esperan; «en una ocasión sacamos dos juegos casi a la vez, en uno de ellos pusimos mucha fe y en otro, bueno, un poco menos, pero el primero no tuvo un gran éxito y el segúndo está en listas. ¿Por qué? Porque a la gente que juega no le gustan las complicaciones. La simplicidad es una baza importante. Ahora tendemos a mantener el equilibrio entre la calidad técnica y el aspecto comercial». Otra vertiente de la producción de Opera la ocupan los programas de gestión, entre los que han realizado el «Ease» para Philips en versión PC para España y MSX para Europa, y un programa de contabilidad para el Banco Exterior. La delimitación entre ambas líneas tiende a acentuarse cada vez más y con este objetivo se ha creado ya un deépartamento exclusivamente para juegos.
La feria de UK Sin duda, la expansión de Opera está orientada a la exportación. Este año han acudido a la feria de software organizada en el Reino Unido para presentar sus trabajos y de paso sacar algunas conclusiones respecto al mercado extranjero y los productos que se están vendiendo fuera. «Creemos que en España ya no podemos aspirar a mucho más, ahora necesitamos salir fuera y dar a conocer nuestros programas en el extranjero.» —¿Qué habéis sacado en limpio de vuestra visita a Inglaterra? —Hemos visto cantidad de gente mayor que juega con videojuegos; no ocurre como aquí, que la mayoría de los consumidores de juegos son niños, de hecho existen juegos creados exclusivamente para gente adulta, para ordenadores como los Atari, Amiga y algunas cosas para PC. Esto nos ha dado una idea de por dónde van a ir los tiros en el mercado. En España, la situación de Opera parece estar clara para sus componentes, todos coinciden en que técnicamente han demostrado ser la compañía más avanzada, aunque comercialmente todavía tienen poca experiencia. En este sentido, las relaciones con otras compañías se basan en la ayuda e intercambio de ideas «dentro de un límite, claro; ellos nos aportan ideas de tipo comercial y nosotros les ayudamos, si podemos, en aspectos técnicos de los programas, no existe una competencia leonina y nunca hemos tenidos problemas de plagio ni nada parecido». Ernesto Fernández, director comercial, apunta que otra de las características que distingue a Opera es la originalidad temática de sus juegos; ninguno se parece al anterior y opina que esto es una ventaja de cara al usuario, porque no les encasilla en un concreto tipo de juegos. Dentro de los proyectos de Opera, además de su citada intención de ampliar las fronteras comerciales a otros países, en el ámbito de los propios productos crearán versiones ampliadas de los nuevos juegos. Un paquete de cuatro de sus mejores juegos, «Last Mission», «Cosa Nostra», «Livington supongo», y «Goody» está próximo a salir cuando aún está caliente el lanzamiento de su última creación, «Gonzálezz», juego en el que el usuario se convierte en un mejicano forzosamente insomne con un único objetivo: dormir. Tal vez la idea les ha venido de su propia necesidad de tomarse un respiro, porque desde hace casi tres años Opera-González no ha dejado de moverse y, por el momento, no parece que vayan a pararse. Es que van como locos.
Cristina Calle, Amstrad Sinclair Ocio #4 (1989) |